Una tienda sin filas, ni cajas

Amazon, el gigante del comercio online, dijo adiós al dinero en efectivo y hola a las transacciones electrónicas con un nuevo supermercado inteligente que no tiene cajas para pagar, simplemente entras y te vas con los productos.

Después de un año de pruebas, Amazon abrió al público su supermercado Amazon Go en Seattle, noreste de Estados Unidos. La tienda está equipada con cámaras y sensores que pueden rastrear los productos que los compradores quitan de los estantes y los que devuelven. Las cajas registradoras y las líneas de pago se vuelven superfluas: después de salir de la tienda, Amazon hace la cuenta y cobra la factura usando las tarjetas de crédito registradas en la plataforma. Amazon Go abrió para sus empleados el 5 de diciembre de 2016. Entonces, el gigante del comercio electrónico había anunciado que el supermercado abriría al público a principios de 2017, pero la apertura se retrasó un año más. Según la prensa estadunidense, el retraso en la apertura se debió a que la compañía tuvo que arreglar varias fallas de su sistema en múltiples pruebas. La apertura de este supermercado, que ofrece principalmente alimentos, anuncia la inmersión potencial del minorista en el mercado de comestible, luego de que la compañía compró la cadena de supermercados Whole Foods Market el año pasado por 13.7 mil millones de dólares. Las largas filas pueden disuadir a los compradores de ir a un supermercado, por lo que una empresa que descubra cómo erradicar los tiempos de espera tendrá una ventaja. ASI FUNCIONA La tienda de 167 metros cuadrados se encuentra en el edificio de oficinas de Amazon en Seattle. Para comenzar a comprar, los clientes deben escanear una aplicación de teléfono inteligente de Amazon Go y pasar por un torniquete. Al inicio del recorrido, uno de los primeros productos a la vista son los platillos listos para comerse. Más adelante en la tienda, los compradores pueden encontrar una pequeña selección de comestibles, incluidas carnes y kits de comida preparada. También hay una sección de vinos y cervezas. Las elegantes cámaras negras que monitorean desde arriba y los sensores de peso en los estantes ayudan a Amazon a determinar exactamente lo que las personas toman. Si alguien vuelve a cruzar las puertas con un producto, se le cobrará a cuenta (y tarjeta) registrada en la app. Si un comprador vuelve a colocar un artículo en el estante, Amazon lo retira de su carrito virtual. Gran parte de la tienda es muy familiar para cualquiera que ha estado en un supermercado (excepto por salir sin pasar por las cajas). Amazon, famoso por los precios dinámicos en línea, ha impreso etiquetas de precios al igual que las tiendas tradicionales.

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