EU no derrotó a Al Qaeda, le pagaron

Ataq, Yemen— Una coalición militar encabezada por Arabia Saudí y respaldada por Estados Unidos forjó acuerdos secretos con combatientes de Al Qaeda, pagando a algunos para que abandonasen ciudades y pueblos clave tomadas por los insurgentes en todo Yemen y dejando que otros se retirasen con sus armas, equipos y fajos de dinero saqueado, según halló una investigación de The Associated Press. Cientos más fueron reclutados para unirse a la propia alianza. Una y otra vez en los últimos dos años, la coalición anunció victorias decisivas que expulsaron a milicianos de Al Qaeda de sus bastiones y mermaron su capacidad para atacar a Occidente. Lo que los vencedores no revelaron fue que muchas de esas conquistas se lograron sin efectuar un solo disparo. Estos compromisos y alianzas han permitido la supervivencia de insurgentes de Al Qaeda, arriesgándose a reforzar la rama más peligrosa de la red terrorista que perpetró los ataques del 11-S. Participantes clave en estos pactos dijeron que Estados Unidos estaba al tanto de los acuerdos y suspendió algunos ataques con drones mientras los combatientes se retiraban sin esconderse. Las conclusiones de la AP se basaron en reportes en Yemen y en entrevistas con dos docenas de funcionarios, incluyendo oficiales de seguridad yemeníes, comandantes de milicias, mediadores tribales y cuatro miembros de la filial extremista. Todas a excepción de unas pocas fuentes hablaron bajo condición de anonimato por temor a represalias. Facciones patrocinadas por Emiratos, como la mayoría de los grupos armados en Yemen, han sido acusadas de secuestrar o asesinar a sus críticos. Los acuerdos descubiertos por la AP reflejan los contradictorios intereses de las dos guerras que se libran simultáneamente en la esquina suroeste de la Península Arábiga. En uno de los conflictos, Washington trabaja con sus aliados árabes con el objetivo de eliminar a los extremistas conocidos como Al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP, por sus siglas en inglés). Pero la misión más importante es ganar la guerra civil contra los hutíes, rebeldes chiíes respaldados por Irán. En esa lucha, Al Qaeda está de facto en el mismo bando que la coalición y, por extensión, que Estados Unidos. Washington envió miles de millones de dólares en armas a la alianza que combate a los hutíes, y aviones estadounidenses facilitan el repostaje en el aire a cazas de la coalición. Sin embargo, Estados Unidos no financia a la coalición y no hay pruebas de que su dinero haya llegado a miembros de AQAP. "Elementos del ejército de Estados Unidos son claramente conscientes de que gran parte de lo que Estados Unidos está haciendo en Yemen es ayudar a AQAP y hay mucha angustia al respecto", señaló Michael Horton, miembro de la Fundación Jamestown, un grupo de análisis estadounidense especializado en terrorismo. Pero respaldar a los aliados contra "lo que Estados Unidos ve como el expansionismo iraní tiene prioridad sobre la lucha contra AQAP e incluso la estabilización de Yemen", agregó Horton. La AP halló que comandantes de milicias financiadas por la coalición reclutan activamente a insurgentes de Al Qaeda _ considerados unos combatientes excepcionales _ o a otros que hasta hace muy poco estaban dentro del grupo. Abdel-Sattar al-Shamiri, un exasesor del gobernador de la provincial de Taiz, dijo que reconoció la presencia de Al Qaeda desde el inicio y que pidió a los comandantes que no reclutasen a radicales. "Su respuesta fue 'Nos uniríamos contra el diablo frente a los hutíes'", señaló al-Shamiri. Un comandante de una milicia en Taiz, conocido como Aboul Abbas, entró el año pasado en la lista de terroristas de Estados Unidos por vínculos con Al Qaeda. Su grupo sigue recibiendo dinero de Emiratos, dijo su ayudante, Adel al-Ezzi, a la AP. Al-Ezzi rechazó la acusación de Washington y negó cualquier relación con el terrorismo. Poco después de sus palabras, la AP lo vio reuniéndose con un conocido comandante de AQAP. Otro mando en Taiz _ Adnan Rouzek, quien recientemente recibió 12 millones de dólares del presidente de Yemen para su milicia_ tiene a un conocido miembro de Al Qaeda como su colaborador más cercano. Estados Unidos está al tanto de la presencia de Al Qaeda en las filas de la alianza contra los hutíes, dijo a principios de año un funcionario estadounidense a reporteros en El Cairo. Como los miembros de la coalición respaldan a milicias con comandantes islamistas conservadores, "es muy muy fácil para Al Qaeda colarse en la mezcla", señaló el funcionario, que habló bajo condición de anonimato. El Pentágono negó cualquier tipo de complicidad con Al Qaeda. "Desde principios de 2017, hemos efectuado más de 140 ataques para eliminar a líderes clave de AQAP y cortar su capacidad de utilizar espacios no gobernados para reclutar, entrenar y planear operaciones contra Estados Unidos y contra nuestros socios en la región", dijo el portavoz de la Marina, el comandante Sean Robertson, en un correo electrónico. "Nuestros socios regionales tienen un historial probado de perseguir de forma agresiva a organizaciones terroristas y negarles refugio en Yemen y el DOD (Departamento de Defensa) no tienen razón alguna para dudar de su determinación", escribió el mando militar. Por su parte, la coalición saudí manifestó que "mantiene su compromiso con combatir el extremismo y el terrorismo". Emiratos Árabes Unidos no respondió a una petición de comentarios. A principios de 2016, Al Qaeda se retiró de la ciudad portuaria de Mukalla, en el sur de Yemen, y de siete zonas más en la cercana provincia de Abyan, en base a acuerdos alcanzados con Emiratos, según cinco funcionarios militares, de seguridad y gubernamentales y cuatro mediadores tribales implicados en el pacto de Abyan. Ese acuerdo incluyó una cláusula que contemplaba la entrada de 10.000 miembros de tribus locales _ incluyendo 250 insurgentes de Al Qaeda _ en Security Belt, una fuerza de seguridad yemení respaldada por Emiratos que opera en la zona, dijeron un negociador de Al Qaeda y dos comandantes de Security Belt. El pacto para abandonar la localidad de al-Said, en la provincia de Shabwa, en febrero fue más allá, según pudo saber la AP. La coalición prometió pagos a los miembros de Al Qaeda que se marchasen, señalaron el jefe de seguridad de Shabwa, Awad al-Dahboul, un mediador y dos funcionarios gubernamentales. Según Al-Dahboul, alrededor de 200 miembros de Al Qaeda recibieron pagos. El funcionario desconocía la cantidad exacta, pero apuntó que se entregaron 100.000 riales saudíes (26.000 dólares) a un líder extremista en presencia de comandantes emiratíes. Miles de combatientes tribales, entre los que hay miembros de AQAP, entraron a la milicia Shabwa Elite, financiada también por Emiratos, explicaron el mediador y dos funcionarios. Al-Shamiri, el exfuncionario de Taiz, advirtió que será difícil apartar a los insurgentes de estos roles. "Nos desharemos de los hutíes y nos quedaremos con los grupos terroristas".

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